¿Sabías que tu intestino está conectado a tu piel a través de un vínculo muy especial? Esto se llama eje intestino-piel. Hoy nuestro médico Dr. os explicará de qué se trata y por qué las personas con enfermedades inflamatorias de la piel deben tener especial cuidado. Adrián Weingart.
Ya hemos hablado mucho sobre el eje intestino-cerebro , pero los hallazgos científicos demuestran que existe otra conexión importante desde el intestino. La piel también está fuertemente conectada con el intestino, por lo que los expertos hablan también de un eje intestino-piel. Aunque el intestino y la piel están relativamente alejados, se puede establecer una conexión entre las enfermedades inflamatorias comunes de la piel y una flora intestinal desequilibrada.
microbioma intestinal y microbioma de la piel
Cuando en mybacs hablamos del “ microbioma ”, normalmente nos referimos al del intestino humano. Hay más de 1.000 (!) tipos diferentes de microbios, lo que los convierte en el número más grande en nuestro cuerpo. Pero en realidad hay muchos otros microbiomas dentro y fuera de nosotros. Uno de ellos es el microbioma de la piel. Después del intestino, allí se encuentra el segundo mayor número y diversidad de microorganismos. Sabemos que el microbioma intestinal es esencial para nuestro sistema inmunológico y nuestra digestión. Pero ¿por qué tenemos un microbioma en nuestra piel?
En pocas palabras: ¡nuestro microbioma de la piel es nuestro escudo protector! En resumen, la piel humana es la primera línea de defensa del cuerpo. Forma una barrera física y química contra la penetración de sustancias extrañas o microorganismos y tiene un sistema inmunológico que ayuda a combatir infecciones. Esto ocurre, entre otras cosas, mediante la simbiosis de bacterias. La conexión entre nuestro microbioma intestinal y el de la piel es tan estrecha que la piel puede considerarse el “espejo del intestino”: esencialmente muestra cuán “saludables” estamos por dentro.
¿Cuáles son los signos más comunes de que el microbioma de la piel ya no está en equilibrio?
Aquí no hay ninguna indicación clara. Más bien, un microbioma cutáneo alterado puede influir en muchas enfermedades de la piel, que luego se manifiestan de diferentes maneras. Nuestra piel está poblada de innumerables microorganismos, la mayoría de los cuales conviven pacíficamente. El conjunto de bacterias, virus, hongos y ácaros se denomina microbioma. En algunas enfermedades de la piel, este equilibrio puede alterarse, provocando la aparición de inflamaciones y eccemas. Por ejemplo, en el acné hay una mayor incidencia del llamado Cutibaterium acnes, en la rosácea hay más ácaros Demodex y en la neurodermatitis hay más Staphyloccus aureus en comparación con personas con piel sana. Cada vez hay más estudios que indican que las personas con acné y rosácea muestran una diversidad reducida de sus especies intestinales. Así, algunas especies predominan y otras faltan. Esto puede desencadenar procesos inflamatorios.
¿Qué se puede hacer al respecto?
La terapia dirigida puede iniciarse, por ejemplo, a través de un tratamiento externo con cremas recetadas. Dependiendo de la gravedad deberás consultar con un dermatólogo. Además, tu estilo de vida diario puede ser crucial. Cuando se trata del cuidado de la piel, “cuanto más, mejor” no siempre es el caso. Cada día experimento que cuando aparecen imperfecciones en la piel la rutina de limpieza y cuidado suele ser demasiado compleja. Confiar en tres productos puede ayudar a la piel a regenerarse y recuperar el equilibrio:
- Limpieza suave por la mañana y por la noche (sin peelings ásperos para evitar microlesiones en la piel),
- Cuidado de la piel (cuidado sin fragancia después de lavarse la cara),
- Protector solar (por la mañana). El cuidado de la piel debe adaptarse individualmente al tipo de piel. También en este caso es recomendable consultar con un dermatólogo y/o médico cosmetólogo.
Según hallazgos recientes, la piel y los intestinos parecen estar más estrechamente conectados de lo que se creía hace apenas unos años. Nuestra dieta diaria se considera un factor de influencia importante para el microbioma intestinal. Actualmente se están realizando estudios clínicos para investigar si las influencias dietéticas en el microbioma intestinal pueden tener efectos positivos en la piel. Lo que ya podemos decir es que una dieta variada compuesta por alimentos básicos de origen vegetal, no procesados y de temporada parece ser beneficiosa para la salud (de la piel). Los probióticos y prebióticos son particularmente interesantes.
¿Es entonces importante el enfoque holístico?
Es la combinación de dentro y fuera la que ofrece los mejores resultados, teniendo en cuenta el sueño, la dieta, la cantidad de ejercicio y el estrés adicional. Si buscas inspiración para recetas saludables, ¡echa un vistazo a nuestro blog de recetas ! La conexión entre el intestino y la piel también funciona a la inversa en una dirección positiva: los estudios han demostrado que una flora intestinal saludable garantiza que el perfil de ácidos grasos de la piel sea más saludable, lo que significa que la piel retiene más humedad y, por lo tanto, puede fortalecer la barrera protectora. . Investigaciones posteriores muestran cuán similares son los microbiomas intestinales y de la piel : sugieren que la salud depende en gran medida de la diversidad de bacterias en ambas floras. La buena noticia: puedes influir directamente en tu flora intestinal utilizando medios naturales. Se ha demostrado que los probióticos en combinación con prebióticos tienen un efecto positivo en la diversidad de bacterias en el microbioma intestinal.
Dermabacs®: probióticos para el acné, las impurezas de la piel, la rosácea y la neurodermatitis
Nuestra nueva línea simbiótica Dermabacs® se basa en los últimos descubrimientos científicos del microbioma. Las cepas bacterianas contenidas han sido probadas en estudios clínicos para determinar su eficacia contra el acné, la rosácea y la dermatitis atópica (neurodermatitis) (ver a continuación). También contiene 10 mg de zinc, que fortalece el sistema inmunológico, reduce el enrojecimiento, la inflamación y la irritación y reduce la producción de sebo. Se ha demostrado que el zinc ayuda con el acné, la neurodermatitis y otras enfermedades inflamatorias de la piel y la psoriasis.
En resumen , se puede decir que el intestino y la piel se comunican entre sí a través de su microbioma. Si determinados tipos de bacterias predominan o están totalmente ausentes, pueden desencadenarse procesos inflamatorios. Estudios recientes en investigación del microbioma y ciencia nutricional sugieren que ciertos alimentos pueden tener un efecto positivo en la piel. Estos incluyen los ácidos grasos omega-3 y los probióticos. ¿Quieres probar nuestros Dermabacs® para apoyar tu piel y microbioma intestinal?
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