Cuando pensamos en los órganos de nuestro cuerpo, probablemente lo primero que nos viene a la mente son el corazón, los riñones o el hígado. ¿Pero el microbioma ? ¿Es esto un órgano? Sin embargo, algunos científicos incluso lo llaman el súper órgano o súper organismo. Es por tanto una parte integral e importante de nuestro cuerpo.
Nuestro microbioma está formado por todos los microorganismos que viven en nuestro intestino, pero también en otras partes del cuerpo, como la piel, la boca, la nariz y los genitales. Las cifras de nuestro microbioma son impresionantes. ¡La mayoría de todas las células del cuerpo humano son bacterias! Vistos al microscopio, los humanos nos parecemos más a una enorme colección de organismos diminutos que a un montón de células humanas. La razón por la que todavía nos parecemos a los humanos es que una célula del cuerpo es mucho más grande que una bacteria. Sin embargo, el microbioma intestinal pesa alrededor de 1,5 kilos.
El desarrollo de nuestro microbioma comienza en los primeros días de vida. El factor decisivo aquí es el proceso del parto, durante el cual el bebé entra en contacto con la mucosa vaginal de la madre y absorbe las primeras bacterias. A lo largo de nuestra vida entramos en contacto con una amplia variedad de influencias ambientales, lo que permite que los microorganismos encuentren su camino hacia nuestra flora intestinal. Esto ocurre principalmente a través de la comida.
Por tanto, nuestro estilo de vida es responsable de cómo se desarrollará el microbioma. Por ejemplo, la dieta de un mexicano que consume una dieta picante y rica en maíz puede ser completamente diferente a la de una persona que come principalmente pescado.
El microbioma también cambia cuando una persona se muda de Alemania a África, por ejemplo, porque allí está expuesta a diferentes influencias ambientales.
¿Qué funciones tiene la flora intestinal?
La flora intestinal se refiere al conjunto de todos los microorganismos del intestino. Cuando la medicina descubrió por primera vez microorganismos en el intestino hace algún tiempo, se creyó erróneamente que su presencia era una enfermedad. Se intentó combatir esto con ayuda de limpieza intestinal y, a veces, intervenciones quirúrgicas.
Mientras tanto, sabemos que la flora intestinal no es perjudicial para el ser humano, sino más bien beneficiosa. Por ejemplo, algunos componentes alimentarios no pueden utilizarse plenamente sin las bacterias intestinales. También hay muchas otras funciones:
- Contribuyen al funcionamiento de nuestro sistema inmunológico.
- Previenen la propagación de patógenos y el desencadenamiento de infecciones.
- Por ejemplo, descomponen las sustancias que promueven el cáncer.
- Contribuyen al aporte energético de las células de la mucosa intestinal.
¿Qué puedes hacer por tu flora intestinal?
Una dieta sana y equilibrada juega un papel crucial. Una parte útil de tu dieta es consumir también alimentos probióticos. Esto es posible, por ejemplo, a través de productos lácteos como el yogur o el kéfir. Pero otros alimentos fermentados como el kimchi o el kombucha también contienen microorganismos beneficiosos. Sin embargo, como la cantidad de probióticos en estos productos puede ser muy baja y no muchas personas tienen estos alimentos en su menú diario, también tiene sentido tomar probióticos en forma concentrada, por ejemplo, en cápsulas. También es aconsejable restablecer el equilibrio de la flora intestinal con probióticos antes, durante y después de un tratamiento prolongado con antibióticos.
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