No importa en qué situación nos encontremos, nuestra salud siempre es lo primero. Nuestro bienestar emocional es tan importante como nuestro bienestar físico. Ya sea el aumento del estrés en el trabajo o en la familia, el aislamiento y los temores existenciales causados por una pandemia, o las preocupaciones por la familia y los amigos, el estrés nos mantiene despiertos por la noche o nos proporciona un sueño inquieto. Pero ¿qué es el estrés? ¿Cómo se forma el estrés en el cuerpo y cómo se propaga? ¿Y qué tiene que ver nuestro instinto y nuestro tracto digestivo con esto?
Ya sea que tengamos mariposas en el estómago o algo nos moleste: cada uno de nosotros conoce situaciones en las que nuestro instinto, o más bien nuestro cerebro visceral, determina hacia dónde vamos. Desde hace varios años también se estudia intensamente desde el punto de vista científico la conexión entre nuestro cerebro y nuestro tracto gastrointestinal, el llamado eje intestino-cerebro. Cada vez está más claro qué influencia tiene nuestro sistema digestivo en nuestros pensamientos, sentimientos y acciones. ¡Esto se debe a que el tracto gastrointestinal y nuestro cerebro se comunican entre sí de forma muy intensa y, sobre todo, recíproca! Esto significa que el intestino no sólo recibe instrucciones del cerebro, sino que también envía señales allí. Por eso al intestino también se le llama nuestro segundo cerebro.
En esta publicación del blog, explicamos cómo afecta el estrés al cuerpo, qué es exactamente este eje intestino-cerebro y cómo puedes apoyar tu salud mental a través de tu dieta.
Estrés: ¿qué es exactamente?
En los tiempos acelerados que vivimos, el estrés es parte de la vida cotidiana para la mayoría de las personas. Lo interesante es que la evaluación individual y personal juega un papel clave a la hora de determinar si una situación se vive como estresante o no. Las primeras investigaciones sobre el estrés ya distinguían entre eustrés, es decir, estrés positivo, y distrés, la forma negativa. El eustrés se asocia a una sensación predominantemente placentera de ser capaz de superar ciertos desafíos y lograr algo. ¡Esta forma de estrés puede incluso tener un efecto inspirador y aumentar el rendimiento! La angustia, por otro lado, causa daños a largo plazo a las personas a través de un esfuerzo excesivo permanente, tanto psicológico como físico.
A menudo son nuestros propios patrones de pensamiento y actitudes personales los que actúan como aceleradores del estrés, por ejemplo: B. las propias expectativas, que sólo pueden satisfacerse con los mejores resultados o incluso con el esfuerzo por no cometer errores. En un contexto social, el deseo de popularidad y reconocimiento generalizados puede convertirse en un acelerador del estrés. Del mismo modo, la actitud de tener que hacerlo todo uno mismo y no poder “delegar” nada puede aumentar enormemente la experiencia de estrés.
El eje intestino-cerebro: escucha tu instinto
"Mariposas en el estómago", "escucha tu instinto" o "un golpe en el estómago": todas estas frases se usan comúnmente para describir la sensación física de las emociones cuando se manifiestan en nuestros cuerpos y son ejemplos perfectos del poder del eje intestino-cerebro. El eje intestino-cerebro, también conocido como GBA, es la conexión entre el cerebro y los microorganismos intestinales. Su trabajo es asegurarse de que tanto el intestino como el cerebro se mantengan informados de lo que sucede dentro de cada uno de nosotros, desde las emociones hasta los problemas digestivos.
La comunicación intestino-cerebro se realiza a través del eje intestino-cerebro, que corre en ambas direcciones a través de vías nerviosas, hormonas o productos metabólicos de nuestras bacterias intestinales. En particular, a través del llamado nervio vago, una especie de autopista nerviosa que se extiende desde el tronco encefálico hasta el intestino grueso y envía señales de ida y vuelta entre el sistema nervioso central y los microorganismos del intestino. Sorprendentemente, el 90% de la comunicación proviene del intestino y sólo el 10% de las señales provienen de nuestro cerebro. Debido al elevado número de células nerviosas y al intenso intercambio entre el intestino y el cerebro, al intestino también se le denomina “cerebro abdominal” o “segundo cerebro”. cerebro".
Es muy fácil manipular el eje intestino-cerebro
El tema puede parecer muy complicado, pero existen formas sencillas de mejorar la salud tanto del intestino como del cerebro. Para lograr esto, debes apuntar a tu microbioma y mantener tus niveles de cortisol en equilibrio. Ahora descubrirás exactamente cómo funciona esto:
La fórmula única de nuestro Dailybacs® lleva los 60 mil millones de bacterias probióticas directamente donde se necesitan. El uso de cepas bacterianas probióticas resistentes a los ácidos garantiza que las bacterias sobrevivan el viaje a través del tracto gastrointestinal y lleguen al intestino delgado sin daños. Dailybacs también contiene inulina prebiótica de raíz de achicoria natural, que actúa como “fertilizante” para los probióticos y garantiza que puedan crecer y prosperar cuando se activan en el intestino. En combinación con vitaminas, minerales y el superalimento granada, ayudan a mantener el microbioma en equilibrio.
Intestino feliz, tú feliz: ¿qué hacer?
Es importante prestar atención a una dieta sana y equilibrada, ¡porque no sólo tu flora intestinal se beneficia de ella! Cuando el intestino está sano, envía una señal positiva al cerebro, lo que beneficia la psique y el bienestar general. También puedes beneficiar a tu intestino y a tu psique evitando o reduciendo el estrés excesivo mediante la meditación o el ejercicio físico, por ejemplo. Dado que a menudo puede resultar difícil integrar estas medidas en la vida cotidiana, los probióticos también son un excelente complemento que podemos utilizar para apoyar nuestro microbioma.
Alimento para los nervios del cuerpo
En esta entrada del blog ya os hemos explicado que existe una conexión importante entre nuestra función intestinal y nuestra percepción del estrés. Hay algunos alimentos que pueden ayudar a tu cuerpo, especialmente en situaciones de estrés. Aquí están nuestros 7 mejores alimentos que te ayudarán a combatir el estrés en la vida cotidiana:
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Frutos secos, nueces y semillas : Coloque un bol con nueces, avellanas y pistachos en su escritorio. Los frutos secos son auténticos eliminadores del estrés y sobre todo equilibran la presión arterial. Esto es posible gracias a muchos componentes de la vitamina E y B.
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Verduras verdes: Las espinacas, la col rizada, el brócoli y las acelgas no sólo aportan mucho magnesio, sino también numerosas vitaminas del grupo B, además de calcio, potasio, vitamina C y hierro. El hierro favorece el rendimiento de la memoria, lo que permite trabajar con mayor concentración sin mostrar signos de fatiga.
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Plátanos : Es un alimento realmente feliz porque no sólo contiene nutrientes que fortalecen los nervios, como la vitamina B6, el magnesio y el potasio, sino también triptófano. Este aminoácido es esencial para la producción de serotonina, la hormona de la felicidad.
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Cacao o chocolate negro : ¿Cacao = chocolate? No exactamente. Sólo el chocolate negro con un alto contenido en cacao o las semillas de cacao se consideran alimentos saludables para los nervios. ¿Por qué? El cacao también contiene una cierta cantidad de triptófano, que es necesario para la producción de serotonina.
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Avena : Con una porción de avena en el desayuno, estás perfectamente preparado para un día estresante. La razón: los copos saludables contienen mucha vitamina B1 y B3, así como triptófano, necesario para producir serotonina. Además, los carbohidratos de cadena larga te mantienen saciado durante mucho tiempo, por lo que no te estresas adicionalmente por el hambre.
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Salmón : Tu cerebro y tu sistema nervioso están compuestos casi la mitad de grasa. Por lo tanto, las grasas (saludables) son importantes para tener un sistema nervioso fuerte. Se sabe que pescados como el salmón, el atún o el arenque contienen muchos ácidos grasos omega-3. Éstos suprimen la hormona adrenalina, que se libera durante el estrés, y por lo tanto tienen un efecto calmante.
- Legumbres : Una comida rica en legumbres te hace resistente al estrés. Las lentejas, los garbanzos y los guisantes no sólo contienen una gran cantidad de potasio, sino que también tienen un alto contenido de magnesio, hierro y zinc.
¡Estos 7 alimentos no sólo tienen un sabor delicioso, sino que también son buenos para tu intestino y tu estado de ánimo! Así que ¡disfrútenlo!
¡Un intestino feliz, tú feliz!