Science
La base del desarrollo de nuestros productos es la investigación científica. Para lograrlo, trabajamos con los principales expertos, institutos de investigación y fabricantes. Sólo así podremos desarrollar productos innovadores, eficaces y con base científica.
innovación
En mybacs® vemos la innovación como el desarrollo de productos naturales basados en la ciencia más reciente. Nuestro objetivo es desarrollar productos excepcionales que destaquen y establezcan nuevos estándares. Nuestros productos son el resultado de una cuidadosa investigación y un diseño innovador.
La ciencia es ¡No estático!
Hay 98.096 publicaciones en PubMed sobre el microbioma, probióticos y prebióticos (y cada día se añaden nuevas). Estamos en contacto constante con científicos y médicos de todo el mundo y, por lo tanto, ¡siempre estamos actualizados! Aunque sabemos que la investigación en este ámbito aún se encuentra en sus primeras fases, estamos convencidos de que la investigación sobre el microbioma tiene un potencial enorme. Nuestro objetivo es dar forma activamente al futuro y así crear un valor añadido que no sólo sea medible sino también tangible.
MEJORES INSUMOS. MEJORES RESULTADOS
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BIENESTAR A TRAVÉS DE LA CIENCIA
Científico Investigación
Los puntos clave son que todas las cepas bacterianas han sido probadas en cuanto a eficacia y tolerabilidad en ensayos clínicos doble ciego, aleatorizados y controlados con placebo, así como el cumplimiento de la dosis exacta de las cepas bacterianas, tal como se probó en ensayos clínicos en humanos y se demostró que ser eficaz
NUESTRO EQUIPO CIENTÍFICO
Consejo asesor y de desarrollo de productos
Nuestro trabajo se centra en identificar beneficios para la salud humana mientras realizamos avances en los campos del microbioma y los probióticos. Para lograrlo, trabajamos con los principales expertos, institutos de investigación y empresas.
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concepto de múltiples especies
Por su alta calidad y funcionalidad
El concepto de múltiples especies se refiere a la combinación de diferentes cepas bacterianas para lograr mayores beneficios generales a través de efectos aditivos y sinérgicos. Numerosos estudios han analizado los mecanismos subyacentes de este concepto.
Preguntas frecuentes
1
Nuestro sistema digestivo con sus bacterias intestinales beneficiosas asegura que nuestros alimentos se digieran y así nos proporcione energía. Pero a menudo hay aquí problemas que pueden limitar la calidad de vida y de los que a la gente no le gusta hablar. Un problema común es el síndrome del intestino irritable, que provoca síntomas intestinales desagradables en muchas personas. Actualmente no se pueden encontrar causas explicables desde el punto de vista “fisiopatológico” para el síndrome del intestino irritable. Sin embargo, estudios han demostrado que algunos probióticos pueden aliviar eficazmente los síntomas y el dolor1,12,13,14,15. Otro síntoma común (sobre todo en personas mayores) es el estreñimiento, es decir, heces excesivamente duras o estreñimiento frecuente y doloroso. Estudios con cepas bacterianas también contenidas en Dailybacs han demostrado que los probióticos pueden ayudar a reducir estos estreñimientos y contribuir a movimientos intestinales regulares2,3,8,9. Problemas como la diarrea del viajero, infecciones por E. coli u otras bacterias también podrían contrarrestarse eficazmente con ciertas cepas bacterianas4,6,10,12,14,15. El riesgo de padecer esta última enfermedad aumenta con la ingesta regular de los llamados inhibidores de la bomba de protones (como el pantoprazol), que se recetan para la gastritis. También en este caso, ciertas cepas probióticas han demostrado ser útiles para restablecer el equilibrio en el tracto gastrointestinal7,11. En particular, la respuesta de los niños con diversas afecciones intestinales al tratamiento con probióticos fue sorprendentemente buena4,12,14,15, pero los adultos y los pacientes mayores también pudieron beneficiarse enormemente. También se consideró y probó la seguridad del uso de probióticos12.
1. Saggioro, A. (2004). Probióticos en el tratamiento del síndrome del intestino irritable. Revista de gastroenterología clínica, 38, S104-S106.
2. Martínez-Martínez, MI, et al. (2017). El efecto de los probióticos como tratamiento del estreñimiento en personas mayores: una revisión sistemática. Archivos de gerontología y geriatría, 71, 142-149.
3. Del Piano, M., et al. (2010). El uso de probióticos en voluntarios sanos con trastornos de evacuación y heces duras: un estudio doble ciego, aleatorizado y controlado con placebo. Revista de gastroenterología clínica, 44, S30-S34.
4. Klemenak, M., y col. (2015). La administración de Bifidobacterium breve disminuye la producción de TNF-α en niños con enfermedad celíaca. Enfermedades digestivas y ciencias, 60(11), 3386-3392.
5. Del Piano, M., et al. (2008). Sensibilidad in vitro de los probióticos al jugo pancreático humano. Revista de gastroenterología clínica, 42, S170-S173.
6. Mogna, L., y col. (2012). Evaluación de la actividad inhibitoria in vitro de bacterias probióticas específicas contra diferentes cepas de Escherichia coli. Revista de gastroenterología clínica, 46, S29-S32.
7. Del Piano, M., et al. (2014). Correlación entre el tratamiento crónico con inhibidores de la bomba de protones y el sobrecrecimiento bacteriano en el estómago: ¿algún posible papel beneficioso para los lactobacilos seleccionados? Revista de gastroenterología clínica, 48, S40-S46.
8. Dimidi, E., y col. (2014). El efecto de los probióticos sobre el estreñimiento funcional en adultos: una revisión sistemática y metanálisis de ensayos controlados aleatorios. Revista americana de nutrición clínica, 100(4), 1075-1084.
9. Ogata, T., y col. (1997). Efecto de la administración de Bifidobacterium longum BB536 sobre el ambiente intestinal, la frecuencia de defecación y las características fecales de voluntarios humanos. Biociencia y Microflora, 16(2), 53-58.
10. Odamaki, T., y col. (2012). Efecto de la ingesta oral de yogur que contiene Bifidobacterium longum BB536 sobre el número de células de Bacteroides fragilis enterotoxigénico en la microbiota. Anaerobio, 18(1), 14-18.
11. Del Piano, M., et al. (2012). El potencial innovador de Lactobacillus rhamnosus LR06, Lactobacillus pentosus LPS01, Lactobacillus plantarum LP01 y Lactobacillus delbrueckii Subsp. delbrueckii LDD01 para restaurar el “efecto barrera gástrica” en pacientes tratados crónicamente con IBP: un estudio piloto. Revista de gastroenterología clínica, 46, S18-S26.12. Islam, SU (2016). Usos clínicos de los probióticos. Medicina, 95(5).
13. Kajander, K., y otros. (2005). Una mezcla probiótica alivia los síntomas en pacientes con síndrome del intestino irritable: una intervención controlada de 6 meses. Farmacología y terapéutica alimentaria, 22(5), 387-394.
14. Francavilla, R., y col. (2010). Un ensayo controlado aleatorio de Lactobacillus GG en niños con dolor abdominal funcional. Pediatría, 126(6), e1445-e1452.
15. Gawrońska, A., y otros. (2007). Un ensayo aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo de Lactobacillus GG para trastornos de dolor abdominal en niños. Farmacología y terapéutica alimentaria, 25(2), 177-184.
Cardiovascular system
Un sistema cardiovascular sano es importante para poder afrontar la vida cotidiana, sentirse en forma y hacer deporte. A medida que envejecemos, el tema del “corazón y sistema circulatorio” se vuelve cada vez más importante, ya que aquí pueden estar ocultos riesgos. Por eso es crucial cuidar este sistema de forma preventiva y oportuna. Un enfoque importante es el control del peso para lograr un índice de masa corporal (IMC) saludable. Estudios han demostrado que la inulina (de la raíz de achicoria) puede ayudar a perder peso3. También podría retrasarse la aparición de la (pre)diabetes2,3 y observarse un efecto antihiperglucémico (contra niveles elevados de azúcar en sangre)2. Además, estudios han demostrado que la ingesta de polifenoles, presentes en las granadas, por ejemplo, puede ayudar a reducir los riesgos cardiovasculares1. El equilibrio de los niveles de lípidos en la sangre también es importante para la salud cardiovascular. Si estos están desequilibrados, por ejemplo si el nivel de colesterol “malo” (LDL) es demasiado alto, esto puede tener efectos negativos en el sistema vascular. Los estudios han demostrado que la inulina3, contenida en la raíz de achicoria, pero también ciertas cepas bacterianas4 interfieren en este sistema.
1. Noad, RL, et al. (2016). Efecto beneficioso de una dieta rica en polifenoles sobre el riesgo cardiovascular: un ensayo de control aleatorio. Corazón, 102(17), 1371-1379.
2. Nishimura, M., y col. (2015). Efectos del extracto de raíz de achicoria tostada (Cichorium intybus L.) que contiene fructanos tipo inulina sobre la glucosa en sangre, el metabolismo de los lípidos y las propiedades fecales. Revista de medicina tradicional y complementaria, 5(3), 161-167.
3. Adivina, ND, et al. (2015). Un ensayo controlado aleatorio: el efecto de la inulina en el control del peso y la grasa ectópica en sujetos con prediabetes. Nutrición y metabolismo, 12(1), 36.
4. Andrade, S., & Borges, N. (2009). Efecto de la leche fermentada que contiene Lactobacillus acidophilus y Bifidobacterium longum sobre los lípidos plasmáticos de mujeres con colesterol normal o moderadamente elevado. Revista de investigación lechera, 76(4), 469-474.
Psique
La investigación sobre el eje intestino-cerebro ha adquirido cada vez mayor relevancia en los últimos años. Algunos estudios han demostrado que el intestino y nuestro cerebro están estrechamente conectados y que, por tanto, se puede encontrar en el intestino un punto de partida para crear cambios en el cerebro. Estudios han probado los efectos de la inulina (presente en la raíz de achicoria) sobre el bienestar subjetivo, el estado de ánimo y el rendimiento cognitivo3. Se demostró que el estado de ánimo de los sujetos mejoró y se sintieron más felices. Además, se observó una mejora en la memoria y la retención3. Estudios sobre el uso de probióticos para problemas de salud mental han demostrado que tomar ciertas cepas de bacterias puede conducir a una mejora en varios síntomas. Por un lado, se observó una mejora de la ansiedad en las personas1. Tomar probióticos seleccionados también podría proporcionar alivio en pacientes con depresión2. Además, existen nuevos enfoques que pretenden arrojar más luz sobre el microbioma y su desequilibrio en niños con autismo o el desarrollo de trastornos neuropsiquiátricos. Los mecanismos exactos aún no están claros, pero ya se puede ver una conexión4,5.
1. Huang, R., y col. (2017). Eficacia de los probióticos en la ansiedad: un metaanálisis de ensayos controlados aleatorios. Neuropsiquiatría, 7(6), 862-871.
2. Kim, CS y Shin, DM (2019). El consumo de alimentos probióticos se asocia con una menor gravedad y prevalencia de la depresión: un estudio transversal a nivel nacional. Nutrición, 63, 169-174.
3. Smith, A., y otros. (2015). Una investigación de los efectos agudos de la inulina enriquecida con oligofructosa sobre el bienestar subjetivo, el estado de ánimo y el rendimiento cognitivo. Nutrientes, 7(11), 8887-8896.
4. Srikantha, P., y Mohajeri, MH (2019). El posible papel del eje microbiota-intestino-cerebro en el trastorno del espectro autista. Revista internacional de ciencias moleculares, 20(9), 2115.
5. Pärtty, A., y col. (2015). Un posible vínculo entre la intervención probiótica temprana y el riesgo de trastornos neuropsiquiátricos más adelante en la infancia: un ensayo aleatorio. Investigación pediátrica, 77(6), 823.
células
Los estudios han investigado los efectos directos de las cepas bacterianas y los polifenoles sobre las células del cuerpo y su entorno. En particular, se observó un efecto antioxidante1,2. Esto significa un mecanismo para capturar radicales libres en el cuerpo y en las células y así volverlos “inofensivos”. Esto puede proteger contra enfermedades causadas por el llamado “estrés oxidativo”. Los cuadros clínicos confirmados e investigados incluyen inflamación crónica, síndrome metabólico (combinación de obesidad, diabetes, hipertensión arterial y niveles elevados de lípidos en sangre), hipertensión arterial y daño vascular con los consiguientes riesgos cardiovasculares y riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 2.
1. Amaretti, A., et al. (2013). Propiedades antioxidantes de bacterias potencialmente probióticas: actividades in vitro e in vivo. Microbiología aplicada y biotecnología, 97(2), 809-817.
2. Kerimi, A., y Williamson, G. (2016). En la interfaz de la señalización antioxidante y la función celular: efectos clave de los polifenoles. Nutrición molecular e investigación alimentaria, 60(8), 1770-1788.
alergias
Estudios han probado el uso de probióticos en el tratamiento y prevención de alergias. Se encontró una actividad inmunomoduladora, que se considera beneficiosa para los pacientes con asma 1. También se demostró que una combinación de cepas bacterianas y prebióticos es eficaz contra la rinitis alérgica 2. Muchos estudios examinaron el efecto de los probióticos sobre las alergias al polen del cedro japonés, que provoca reacciones alérgicas en uno de cada seis japoneses. Las bacterias probióticas también pudieron mejorar eficazmente los síntomas 4,5. Además, los estudios han demostrado un beneficio para la descendencia cuando las mujeres embarazadas y los recién nacidos consumen bifidobacterias. El estudio examinó el desarrollo de alergias a lo largo de la vida, que podrían detenerse principalmente con probióticos 3.
1. Drago, L., y col. (2015). Efectos inmunomoduladores de Lactobacillus salivarius LS01 y Bifidobacterium breve BR03, solos y en combinación, sobre células mononucleares de sangre periférica de asmáticos alérgicos. Investigación en alergia, asma e inmunología, 7(4), 409-413.
2. Manzotti, G., et al. (2014). Preparaciones simbióticas de múltiples cepas como un nuevo enfoque adyuvante para la rinitis alérgica. Revista de inmunología contemporánea. 1. 67-80.
3. Enomoto, T., et al. (2014). Efectos de la suplementación con bifidobacterias a mujeres embarazadas y lactantes en la prevención del desarrollo de alergias en lactantes y en la microbiota fecal. Alergología Internacional, 63(4), 575-585.
4. Xiao, JZ, et al. (2006). Probióticos en el tratamiento de la polinosis del cedro japonés: un ensayo doble ciego controlado con placebo. Alergia Clínica y Experimental, 36(11), 1425-1435.
5. Xiao, JZ, et al. (2007). Eficacia clínica del probiótico Bifidobacterium longum para el tratamiento de los síntomas de la alergia al polen de cedro japonés en sujetos evaluados en una unidad de exposición ambiental. Alergología internacional, 56(1), 67-75.
metabolism
El metabolismo describe numerosos procesos que tienen lugar constantemente en el cuerpo para mantener las funciones de nuestras células. Se han realizado estudios para investigar los efectos de los polifenoles (presentes en las granadas, por ejemplo) sobre las células y los mecanismos celulares. Los médicos han utilizado el efecto antidiabético de los polifenoles en la medicina tradicional durante siglos. En estos estudios se pudo destacar la eficacia de estas sustancias frente a enfermedades asociadas al metabolismo como la diabetes, la obesidad y sus complicaciones posteriores1. Los polifenoles y sus metabolitos tienen la capacidad de reducir el estrés oxidativo/inflamatorio1 y proteger contra las células disfuncionales2. Esto también ha demostrado una mejora en la función del músculo esquelético2, incluso en personas mayores4. Además, se están realizando investigaciones intensivas para determinar si los polifenoles y las bacterias probióticas pueden tener un efecto positivo en el crecimiento de tumores (quimioprevención). La interacción con nuestras bacterias intestinales es de crucial importancia, ya que sólo ellas pueden convertir los polifenoles en componentes activos3.
1. Les, F., y col. (2018). Los polifenoles de granada y la urolitina A inhiben la α-glucosidasa, la dipeptidil peptidasa-4, la lipasa, la acumulación de triglicéridos y los genes relacionados con la adipogénesis en células similares a adipocitos 3T3-L1. Revista de etnofarmacología, 220, 67-74.
2. Ryu, D., y col. (2016). La urolitina A induce la mitofagia y prolonga la vida útil en C. elegans y aumenta la función muscular en roedores. Medicina natural, 22(8), 879.
3. Thilakarathna, WW, et al. (2018). Prebióticos y simbióticos basados en polifenoles: potencial para la quimioprevención del cáncer. Opinión actual en ciencia de los alimentos, 20, 51-57.
4. Andreux, PA, et al. (2019). El activador de la mitofagia urolitina A es seguro e induce una firma molecular de mejora de la salud mitocondrial y celular en los seres humanos. Metabolismo de la Naturaleza, 1(6), 595.